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Un tatuaje es una modificación del color de la piel en el que se crea un dibujo, una figura o un texto y con agujas se inyecta tinta o algún otro pigmento bajo la epidermis de una persona. Esta costumbre de alterar la estética natural del cuerpo, ya sea de manera transitoria o permanente, es rastreable en todas las culturas del planeta. Sus orígenes van más allá de lo que la mayoría piensa. De igual forma, los inicios de la tipografía se remontan a tiempos muy antiguos, caligrafía y manuscritos, pues ya se usaba desde antes del año 2500 a.C. Posteriormente, con el invento de la imprenta, la tipografía alcanzó una especial relevancia.

Hoy en día, estos dos aspectos que parecieran inconexos han entablado una relación muy peculiar. No hace mucho tiempo, varios amigos editores diseñadores e incluso tipógrafos comentaban sobre la decisión de tatuar su piel con algún ejercicio caligráfico. Una decisión que toma por sorpresa a muchos y agrada a otros. Esto nos llevó a buscar ejemplos de tatuajes de este tipo y preguntarnos: ¿Qué pensarían John Baskerville, Claude Garamond o Max Miedinger si vieran a alguien con sus tipos tatuados en el brazo o torso? ¿Se alegrarían o molestarían? ¿Haría ellos lo propio en su cuerpo con su invento tipográfico? ¿Alguno de ustedes tiene tatuajes tipográficos?

Que disfruten la galería.