GutenbergHoy, 3 de febrero, se conmemora el aniversario luctuoso de un orfebre, inventor y grabador alemán llamado Johannes Gutenberg. Su mayor invento es la imprenta que revolucionó de un modo inaudito no sólo al mundo editorial sino también al mundo educativo y cultural, aunque también puso en la mesa temas que hasta ese entonces eran impensables.

Antes de la popularización de la imprenta, los libros significaban para los copistas la oportunidad de verter sus más altos sentimientos estéticos. En ese momento no era tan importante estimular al lector como crear una obra de arte. Sin embargo al momento de la invención de la imprenta de tipos móviles, todos quedaron asombrados de las tremendas posibilidades que éstas proveían: los libros ahora podían masificarse.

Lo que no se previó en ese momento fue que la popularización de aquella máquina inventaría a los analfabetos o, dicho de otro modo, la necesidad imperiosa de aprender a leer. «Mano a mano, la alfabetización y la imprenta fueron creciendo hasta convertirse en necesidades de primer grado», apunta Jorge de Buen.

Este mismo paralelismo es aplicable hoy en día con la proliferación de los dispositivos digitales y el eBook.

La escalada de la comunicación, iniciada en el Renacimiento, ha obligado a la gente a alfabetizarse en un nuevoorden relacionado con las formas específicas de los medios, y no solo con la escritura. El lenguaje escrito como lo conocemos hoy, está conformado por las soluciones que los viejos copistas y editores dieron a los problemas de la comunicación.

Actualmente, el (imparable) libro electrónico es una tendencia mundial que supone un tipo de alfabetización que, al igual que en los tiempos de los tipos móviles, no habíamos visto. Se escribe y se lee de modo distinto a consecuenia del desarrollo de la tecnología. Los signos ahora pueden agruparse y convertirse en caras o emociones –prácticamente impensable hace 10 años–.

Gutenberg jamás hubiera imaginado a donde hemos llegado en cuanto a posibilidades de impresión y de lenguaje.